sábado, 31 de enero de 2009

Letra de la canción presentada



Había un caballo en el campo que corría y que trotaba (bis)

su cola era elegante, su pelo color marrón (bis)

Un día que trotaba mucho una espina se clavó (bis)

Como tanto le dolía llamaron al doctor (bis)

El doctor vino corriendo y la espina le sacó (bis)

Y contento, contento, contento, se fue el caballo trotón (bis)

sábado, 17 de enero de 2009

¿Qué le pondría yo?


¿Qué le pondría yo?

¿Qué le pondría yo?, es la pregunta que nos surge ante el nuevo reto que se nos plantea, acompañar una canción infantil con instrumentos Orff, y es que realizar un acompañamiento no es tarea baladí, porque los recursos musicales a nivel técnico con los que contamos en algunos casos, no son mas que el instinto y el latido del corazón.

Pero en este reto saltamos por encima de las barreras con creatividad, instinto y un poquito de descaro. Si queremos que un caballo trotón trote y que los demás lo vean trotar, lo sientan trotar y les interese saber que pasa con él hay que echarle un poco de CUENTO (escribo cuento con letras doradas).
Cuento para crear los sonidos que dibujen a este personaje en el aire; Cuento para que una historia sencilla (un caballo que se clava una espina) se convierta en una mini-obra de teatro, en la que nuestros espectadores- actores potencialmente poco atentos, se enganchen. Y no solo se enganchen, sino que además de querer saber como acaba, quieran participar y de algún modo les cale.

Y este pequeño truco vale para caballos trotones (que es nuestro caso), barquitos chiquititos, ratones tontones y para la infinidad de escenas que se plantean, en las que darle vida a los personajes de las infinitas canciones con las que se trabaja día a día, es una herramienta de trabajo habitual.

Una historia se crea a partir de una palabra simple, un juego de sonidos rimados, una pizca de ritmo, mucho buen humor y VOILÁ! Un cuento cantado listo para servir, aprender y sobre todo disfrutar.